Manchas oscuras: ya existen alternativas a parte de los tratamientos láser

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¿Aparecieron manchas oscuras en tu cara, manos y pecho? A pesar de que la hiperpigmentación afecta a una gran parte de población y en especial a las mujeres, no es un padecimiento que sea sinónimo de fatalidad. De hecho, hoy existen diferentes soluciones posibles para atenuar su apariencia, deshacerse de ellas y evitar que vuelvan a aparecer, ¡sin necesidad de recurrir a un tratamiento láser o peelings químicos! A continuación, hablaremos a profundidad sobre los tratamientos no invasivos que han comprobado su eficacia al combatir las zonas hiperpigmentadas del cuerpo.

Las manchas oscuras o de hiperpigmentación, afectan a cerca del 90% de la población. Asimismo, comienzan a aparecer en el cuerpo después de los 40 años de edad y pueden volverse una verdadera molestia si aumentan en cantidad y tamaño, puesto que las zonas con hiperpigmentación son generalmente las partes más visibles del cuerpo: cara, dorso de las manos y pecho.

Los tres tipos de manchas oscuras

Podemos distinguir tres grandes tipos de manchas pigmentarias:

  • El melasma, también conocido como «paño de embarazo», se le asocia a la exposición al sol. Afecta particularmente a las mujeres embarazadas ya que el sistema vascular está bajo más tensión de lo normal. Dicha vascularización es muy importante y un factor clave en la aparición de las manchas pigmentarias.
  • El lentigo, también llamado «mancha de la vejez» o «mancha solar»: aparece conforme a la edad, pero también en personas relativamente jóvenes, tras haber estado expuesto al sol y no haber aplicado una protección solar suficiente.
  • La HPI (o hiperpigmentación postinflamatoria): estas manchas son las secuelas de dermatosis inflamatorias como: el acné, los rasguños, el eczema y, en ocasiones, ciertas prácticas estéticas caracterizadas por el mal manejo de la piel. Su aparición se asocia una vez más a la exposición al sol.

El sol, el factor que tienen en común todas las manchas pigmentarias

Las manchas pigmentarias tienen entonces un factor común denominador: aparecen como resultado de la falta de protección frente a los rayos UV. Estudios recientes han demostrado que los responsables principales son más precisamente los rayos UVA y la luz azul. Esta última, también llamada «luz visible de alta energía», es la luz visible del sol a la que estamos expuestos incluso cuando el cielo está nublado.

El primer reflejo a implementar para limitar el desarrollo de nuevas manchas o acentuar a las que ya existen, es recurrir a una buena protección solar que no solo proteja la piel contra los rayos UVB sino también contra los rayos UVA.

Es por eso que las pieles más sensibles deberán protegerse, y con mayor razón, durante todo el año: incluso si hace mal tiempo o si la luz azul atraviesa una cortina de nubes, ya que, a la larga, esta exposición puede ocasionar que las machas pigmentarias se acentúen. Por otro parte, la luz azul de nuestras pantallas es mucho menos potente y aunque sea nociva para nuestra visión no influye en la hiperpigmentación de la piel. A menos que pases día y noche delante de una pantalla por semanas y semana.

El sol, sin embargo, no es el único responsable por las manchas pigmentarias. Existen factores físicos que entran en juego: una inflamación, que haya sido causada por granos de acné o tras haber retirado un lunar; pudiera resultar en la aparición de zonas hiperpigmentadas.
En ciertas personas, especialmente en aquellas con piel oscura, es la fricción de la piel que puede ocasionar la aparición de zonas con hiperpigmentación. Estas últimas suelen aparecer en las axilas, las rodillas y las ingles.

Una vez que las manchas aparecieron ¿cómo deshacerse de ellas?

Los dermatólogos disponen de un arsenal terapéutico dermatológico muy completo para desaparecer las manchas causadas por la hiperpigmentación: láser, peeling químico, terapia de LED, crioterapia, medicamentos…
Sin embargo, aunque dichos tratamientos pueden ser muy eficaces sobre algunos tipos de manchas también suelen ser tratamientos muy invasivos. En ocasiones hasta pueden llegar a causar alguna intolerancia en la piel o una hiperpigmentación postinflamatoria, particularmente en las personas con pieles oscuras.

Hoy en día existen alternativas menos agresivas a dichos tratamientos en forma de tratamientos tópicos (utilizados localmente) que ofrecen una tolerancia óptima a las pieles más sensibles. Estos tratamientos muestran su eficacidad tras 3 meses de uso constante y pueden ser utilizados todo el año. En su mayoría conforman una gama completa de productos que permiten: limpiar la piel, corregir la pigmentación de la piel y prevenir la aparición de zonas hiperpigmentadas.

El protocolo de un tratamiento completo para las manchas pigmentarias dura generalmente tres meses. La mayor ventaja de los tratamientos más eficaces es que estos traen integrado una protección solar y una acción antiinflamatoria que impide las recaídas y el desarrollo de nuevas manchas.

¿Cómo funcionan los tratamientos tópicos contra las manchas pigmentarias?

Para comprender el funcionamiento de los tratamientos tópicos, tenemos que empezar por entender cómo se forman las manchas pigmentarias.

Las manchas oscuras aparecen cuando la melanina, el responsable de la pigmentación de la piel, se produce en exceso. Bajo la acción de una enzima llamada tirosinasa, las células llamadas melanocitos transportan los pigmentos hacia la epidermis, lo que resulta en la aparición de manchas justo debajo de la superficie de la piel.

Con el fin de evitar la hiperpigmentación de la piel y atenuar las manchas, es precisamente el proceso donde se transporta la melanina hasta la epidermis lo que se debe impedir. Para ello, los tratamientos tópicos intervienen en tres momentos clave de dicho proceso: antes, durante y después de la producción de la melanina.

Para comprender de una mejor manera cómo actúan imaginemos que la pigmentación de nuestra piel funciona como una fábrica.

Si queremos evitar que la formación de manchas pigmentarias tenemos una sola opción: detener «la fábrica de melanina». En un primer tiempo, el primer paso de acción consiste en impedir la síntesis de ese pigmento boqueando la acción de la tirosinasa. Al impedir que esta enzima reaccione, impedimos el circuito de transmisión de información que provoca la producción de la melanina. El siguiente paso consiste en bloquear el transporte de la melanina hasta la epidermis.

A estas tres etapas, se les agrega a ciertos tratamientos precursores una acción biomimética: un agente inhibidor de la melanina impide su síntesis y es así como se imita el mecanismo natural responsable de la claridad de las plantas de los pies y las palmas de las manos. Un modo de acción innovador que permite una acción precisa para despigmentar las zonas afectadas sin por ello blanquear el resto de la piel.

Contar con parafarmacias y farmacias que ofrezcan dichos tratamientos de nueva generación se ha convertido en una solución para muchas personas que ya se habían resignado a vivir con esas manchas oscuras para siempre. No obstante, para asegurase de la eficacia de los productos adquiridos la mejor recomendación es asegurarse de que hayan sido sujetos a un ensayo clínico.