¿Cómo lidiar con el acné en la edad adulta?

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Granos rojos o blancos, puntos negros, lesiones inflamatorias: el acné no solo se trata de un padecimiento transitorio en los adolescentes. En este artículo, nos enfocaremos en esta patología que afecta a una gran parte de los adultos y en los nuevos tratamientos disponibles para combatirla.

El acné no solo afecta a los adolescentes: esta patología afecta cada vez más a los adultos, y particularmente a más del 40% de las mujeres entre los 25 y 40 años de edad. Esta enfermedad dermatológica recurrente es especialmente compleja y difícil de lidiar para los adultos. Dependiendo de la severidad de la enfermedad esta puede arruinar la calidad de vida de las personas, disminuir la confianza en sí mismo y en ocasiones, hasta ser un impedimento laboral. Aunque puede resultar a veces más difícil tratar el acné en los adultos que en los adolescentes, ya existen alternativas y además se están desarrollando nuevos productos capaces de curar el acné en los adultos.

¿Cuáles son los factores que favorecen la aparición del acné en los adultos?

El acné en los adultos es una realidad para el 80% de los pacientes, unos padecieron el acné desde la adolescencia y otros volvieron a padecerlo después de algunos años de no padecerlo. Debido a que se trata de un padecimiento relacionado a la psique de las personas, tiende a agravarse exponencialmente en periodos con altos niveles de estrés. Asimismo, una alimentación no balanceada, alta en grasas saturadas y azúcares particularmente, conlleva a la proliferación de los granos y puntos negros.
En las mujeres, el acné se le asocia a los cambios hormonales: puede aparecer como consecuencia de un embarazo y empeorar antes de la menstruación.

¿Cómo reconocer el acné en los adultos?

Generalmente las imperfecciones se presentan en forma de «U» en la parte baja del rostro (en las mejillas y el mentón); o sobre la zona «T» (en la frente, nariz y mentón), así como en la espalda alta, los hombros y el pecho.

Las lesiones inflamatorias son por lo general más profundas en los jóvenes: además de ser dolorosas en la adolescencia pueden dejar cicatrices y marcas en la piel más profundas y difíciles de borrar.

¿Cómo se forman y desarrollan las imperfecciones causadas por el acné en los adultos?

La aparición del acné está relacionada a diferentes factores, pero todos tiene por origen a una bacteria: la famosa bacteria C. acnes. Esta última prolifera en ciertas condiciones caracterizadas por el exceso de sebo (se habla entonces de hiperseborrea): cuando las glándulas sebáceas, presentes bajo la piel y en la base de cada vello, se reproducen en exceso, estas provocan una acumulación de sebo que termina creando un tapón.

Otra condición favorable para la proliferación de la bacteria C. acnes es: una anomalía en la queratinización. El canal por el cual el sebo escapa, es obstruido y la bacteria permanece atrapada lo que entonces forma las imperfecciones que conocemos: inflamación de la epidermis, granos o puntos negros que pueden causar una herida. Esta última, a su vez, puede causar una lesión inflamatoria favorable para un nuevo brote de acné.

Maquillaje y acné: siempre hay que estar atentos.

Aunque el maquillaje por sí solo no es el enemigo de las pieles con tendencia al acné, siempre y cuando se trate de productos adaptados y aplicados en cantidades moderadas, existen ciertos hábitos en la rutina de belleza que se deben evitar.

Es el caso por ejemplo cuando se quiere tener una piel mate por completo y de manera sistemática se elimina el brillo de la piel. Esto, a su vez, provoca una resequedad cutánea que se ve compensada de manera natural por una sobreproducción de sebo. Y, como lo habíamos mencionado anteriormente, esta seborrea es en gran parte responsable del desarrollo del acné.

Asimismo, es importante prestar atención a la higiene de las brochas y esponjas de maquillaje si se quiere evita el desarrollo de la conocida bacteria C. acnes.

En conclusión, para que una rutina de belleza respete la piel con tendencia al acné en los adultos, se debe prestar atención al uso de productos que limpien la piel, la hidraten; así como de cosméticos adaptados para este tipo de piel.

Sol y acné: ¿Amigos o enemigos?

Aunque se cree que el sol seca las imperfecciones, los beneficios del sol en la piel con acné son momentáneos. Lo que sí es indispensable es brindarle una protección solar correcta contra los rayos UVA y UVB. La piel al ser expuesta al sol en exceso tiende a secarse y para compensar la pérdida de humedad las glándulas sebáceas producen una cantidad excesiva de sebo. Como lo mencionamos anteriormente, esta hiperseborrea es una de los factores claves en la producción de imperfecciones en la piel. Además, este proceso puede agravarse por la queratinización de la piel: las células cutáneas aumentan su grosor para proteger la piel del sol, el canal de escape del sebo se obstruye y se forman las espinillas.

Finalmente, la sudoración es otro factor que puede provocar el desarrollo del acné en el verano ya que favorece la proliferación de la bacteria C. acnes.

¿Cuál son los tratamientos eficaces contra el acné en los adultos?

Los adultos, y en especial las mujeres que sufren de acné pueden recurrir a tratamientos medicinales eficaces pero susceptibles a provocar efectos secundarios no deseados: los antibióticos orales pueden ser poco tolerados e incluso incompatibles (es el caso en el embarazo, por ejemplo). Ciertos antiandrógenos, por lo general los anticonceptivos, se les considera eficaces, pero también pueden tener repercusiones en la salud e impactar la psique de los pacientes.

Los tratamientos tópicos dermo-cosméticos se presentan como una alternativa cada vez más eficaces: las nuevas generaciones combinan los activos que inhiben la producción de sebo y estimulan la regeneración celular. Estos tratamientos disponen de igual manera de propiedades antibacterianas y antiinflamatorias con el objetivo de limitar la aparición de marcas causadas por la hiperpigmentación post-inflamatoria. Las cicatrices del acné son en efecto más frecuentes y duraderas en los adultos que en los adolescentes ya que las pieles más maduras tienden a inflamarse más tras haber estado expuestas al sol y a tener marcas con mayor facilidad.

Asimismo, el tratamiento para las lesiones severas requiere de tratamientos tópicos que contengan activos antiinflamatorios que permitan prevenir la pigmentación post-inflamatoria, el cual es el responsable de las marcas y cicatrices causadas por el acné.

Independientemente de la severidad del acné que se padezca en la edad adulta, el paso más importante a seguir es recurrir a tratamientos dermatológicos de la nueva generación.

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