Las patologías cutáneas atribuidas a la exposición al sol

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El sol es un elemento indispensable para la vida en la Tierra, estimula la producción de vitamina D y nos procura un sentimiento de bienestar. Sin embargo, tanto el sol como sus rayos UV son conocidos por provocar efectos nocivos en nuestra salud. Es por eso que haremos una recopilación de aquellas patologías, más o menos graves y molestas, relacionadas a una exposición continua al sol en donde la piel recibe poca o mala protección solar.

El eritema actínico o la quemadura solar

Una quemadura solar tiene consecuencias casi inmediatas que se hacen visibles y frecuentes en una piel mal protegida tras haber estado expuesta al sol; y se traduce por enrojecimientos cutáneos dolorosos, en ocasiones ampollas, fiebre y escalofríos. Las personas con piel clara son las más vulnerables y después de varios días hasta pueden presenciar una descamación de su piel (se «despellejan»). Asimismo, las zonas afectadas por las quemaduras solares pueden ser susceptibles a comezón e incluso a una infección.
Una piel quemada por el sol puede permanecer extremadamente sensible durante varias semanas y cada vez que se exponga los rayos UVB, y puede tener secuelas en forma de manchas oscuras, llamadas lentigos.

El envejecimiento cutáneo

Los principales responsables por el envejecimiento de la piel son los rayos UVA. Al llegar a las células, estos rayos originan un estrés oxidativo que es provocado por los radicales libres. En las personas más jóvenes, dicho estrés se ve compensado por mecanismos reguladores naturales. Sin embargo, conforme vamos creciendo y recibimos una exposición prolongada al sol, dicho mecanismo se ve abrumado y consecuentemente los radicales libres aumentan. ¿El resultado en nuestra epidermis?: nuestra elastina y colágeno se degradan. Es decir, la piel se afloja, pierde su elasticidad y su firmeza.

Las manchas pigmentarias

El envejecimiento cutáneo provocado por los rayos UV también tiene otra consecuencia: la desorganización de los melanocitos. Estas células son las responsables por la pigmentación de la piel y cuando se desorganizan, se producen en grandes cantidades y forman manchas oscuras en la piel que aparecen particularmente en las áreas expuestas al sol: cara, manos y pecho. Aunque las manchas pueden resultar desagradables desde un punto de vista estético en realidad no son peligrosas.

Infecciones como el herpes labial

La exposición al sol, en ciertas personas, puede provocar infecciones a nivel de los labios como, por ejemplo, la fiebre aftosa. ¡El herpes y el sol simplemente no van de la mano! Las personas que lo padecen saben que este virus se aprovecha de una baja momentánea de nuestras defensas naturales para manifestarse. En conclusión, la exposición al sol tiende a disminuir la inmunidad de nuestra piel comenzando por la de nuestros labios que son los primeros que están expuestos.

Las afecciones relacionadas a la fotocarcinogénesis

La fotocarcinogénesis es la complicación más severa que se puede suscitar después de haber estado expuesto al sol de manera prolongada, y se manifiesta a través de diferentes tipos afecciones.

La queratosis actínica

Es una de las primeras razones por las cuales se acude al dermatólogo. La queratosis actínica es a veces más palpable que visible: se traduce por una lesión roja, costrosa, que se enrojece al tacto y que se encuentra principalmente sobre las áreas más expuestas al sol (rostro, dorso de la mano, cuero cabelludo en las personas con calvicie). La queratosis actínica, enfermedad crónica, puede evolucionar en el 10% de los casos aproximadamente a un cáncer de la piel. Es por esto que de padecerla se debe seguir su progreso de manera regular.

El carcinoma

Ciertas lesiones se pueden transformar en carcinoma, este tumor maligno de la piel puede ser epidermoide, es decir, que forma un nódulo (un tipo de bulto o nudo debajo de la piel) que puede, en ciertos casos, ulcerarse y forman metástasis a nivel de los ganglios linfáticos.

No obstante, en el 70% de los casos, el carcinoma es basocelular: toma el aspecto de una mancha roja, de una pápula o un nódulo que sobresale, el cual en el 80% de los casos se encuentra en el rostro o el cuello y no provoca matástasis.

El melanoma

El melanoma es un tumor que se desarrolla a partir de las células responsables por la pigmentación de nuestra piel, los melanocitos. Además, puede aparecer en cualquier parte del cuerpo y resulta muy agresivo si se detecta en fase tardía. Para identificarlo de manera más fácil los dermatólogos desarrollaron un método de evaluación «ABCDE» de los lunares para autodiagnosticarse: A por asimetría, B por bordes irregulares, C por color no homogéneo, D por diámetro superior o igual a 6mm, y E por evolución (cuando la mancha crece, cambia de forma o de color después de algunos meses).

Las fotodermatosis

Son las afecciones de la piel que aparecen después de que una piel previamente sensible debido a diferentes factores haya estado expuesta al sol.

Existen tres tipos importantes de fotodermatosis.

  • La fotosensibilización

Es el conjunto de las reacciones cutáneas relacionadas a la exposición al sol combinadas con la ingesta de ciertos medicamentos o la aplicación tópica de las moléculas fotosensibles. Entre ellas se encuentran:

La dermatitis de contacto

Esta es una afección estival que merece ser mejor conocida. La dermatitis de contacto aparece generalmente en presencia de tres elementos: una piel húmeda (un chapuzón, sudoración…), el sol o plantas llamadas «umbelíferas» como el botón de oro o el perejil gigante, una planta salvaje con flores blancas comúnmente encontrada a las orillas de la autopista. Las consecuencias sobre nuestra piel si por alguna razón entra en contacto con esas plantas son: la aparición colosal de franjas rojas con erupciones pequeñas parecidas a la varicela. Estas lesiones irritantes y desagradables desaparecen rápidamente al aplicar un tratamiento local.

La fotosensibilización por medicamentos

Ciertos medicamentos tienden a acentuar la sensibilidad de la piel y a provocar reacciones cutáneas desproporcionadas si se expone al sol, como las quemaduras solares o incluso las ampollas.

Este riesgo aparece señalado en las instrucciones del medicamento y por un símbolo en la caja del mismo, además tanto el médico prescriptor como el farmacéutico generalmente lo mencionan. La lista de moléculas que pueden desencadenar una fotosensibilización es relativamente larga y contiene ciertos medicamentos antiinfecciosos, analgésicos antiinflamatorios no esteroideos; así como ciertos antisépticos, inmunomoduladores, hipoglucémicos; hormonas y medicamentos dermatológicos.

La dermatitis por fragancias

Como su nombre lo indica, esta fotodermatosis aparece en las zonas expuestas al sol que también han estado en contacto de manera previa a perfumes o a cosméticos con fragancias. Estos últimos contienen generalmente aceite esencial de bergamota, presente en las cremas para el cuerpo con fragancias y aguas de Colonia, o alguna otra sustancia fotosensibilizante como el aceite de lavanda, de cedro, de sándalo o incluso esencia de limón. La dermatitis por fragancias toma la forma de manchas pigmentarias «continuas» que aparecen inmediatamente o a las 2 ó 3 semanas de haber estado expuesto al sol. El proceso para que la manchas desparezcan es lento y progresivo, toma meses.

  • Las dermatitis idiopáticas

Hablamos de dermatitis idiopáticas para todas aquellas reacciones a las cuales no se les llega a identificar con claridad su origen. Y existen tres tipos.

La lucita estival benigna

Es una de las fotodermatosis más comunes: la lucita estival benigna es una alergia solar que aparece comúnmente tras las primeras exposiciones al sol del año, en forma de pequeños granos pruriginoso, en especial en el pecho, los hombros y los brazos. La piel se cura espontáneamente a los 5 o 15 días, siempre y cuando se le proteja de los rayos UVA que son los principales responsables de que la lucita estival benigna aparezca.

La lucita polimorfa

Contrariamente a la lucita estival benigna, la lucita polimorfa es causada por los rayos UVB y puede perdurar incluso por meses y meses: los granos pueden tomar formas distintas (pequeñas placas infiltradas, gotitas, placas rojas, placas de urticaria). Este tipo de lucita afecta generalmente a los adultos jóvenes y aparece sobre las zonas expuestas al sol, en especial en el rostro y el dorso de las manos.

La urticaria solar

Aunque se trata de una reacción alérgica al sol poco común es una de las más severas. La urticaria solar se caracteriza por placas rojas que se parecen a la urticaria y se presentan en todo el cuerpo, incluyendo el rostro. La urticaria solar genera un malestar tan grande que necesita de una consultación médica.

  • Las dermatosis fotoagravadas

Se trata de una dermatosis previa que ha sido agravada después de una exposición solar, como la xerodermia pigmentosa o la dermatomizita.

Dos hábitos a implementar para preservar la salud de la piel

En general, la recomendación más importante es consultar a un dermatólogo si aparecen en la piel lesiones inhabituales y persistentes. Independientemente de que se trate de lesiones benignas o graves, recibirán un mejor tratamiento si se identifican y se tratan lo antes posible.

Para evitar la aparición de patologías relacionadas al sol, el mejor hábito a implementar es sin duda alguna el uso de una protección solar eficaz contra los rayos UVB y UVA. Sin importar la edad y el fototipo de la piel, la aplicación de una protección solar es el paso más indispensable si se quiere preservar la salud de la piel.

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